En
España somos muy atrevidos, hablamos sin miedo y luego no pedimos perdón cuando
hacemos algo mal, lo curioso es que somos así cuando no pensamos las cosas,
cuando las cosas las tenemos claras y sabemos las consecuencias (aunque estas
sean buenas) somos muy cobardes y no queremos dar el paso. Esta situación se da
tanto en clases altas como los políticos, como en clases bajas, incluso en la
mente de los niños y los adolescentes es así, somos muy lanzados cuando hay que
pelearse por una tontería pero somos muy cobardes y pensamos mucho antes de
intentar darle un beso a una chica o un chico…
Tenemos
la mente al revés y hacemos lo contrario a lo que deberíamos, así nos va.
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