El concepto de calidad total es similar a la satisfacción global, y hay que llevarlo a cabo en todos los aspectos de la empresa, desde el empleado más bajo hasta el cliente. Cuando satisfacemos todos los aspectos nuestra empresa esta más cerca de la calidad total, pero solo con esto no es suficiente.
Ser una empresa con una gestión de calidad total implica también estar en continua evolución, formar a los empleados... en conclusión: la calidad total es la mejora continua en todos y cada uno de los aspectos de la empresa.
Tras implantar este sistema en la empresa, según los estudios, se aumenta la satisfacción del cliente, el trabajo es más eficaz y productivo, sube la calidad de nuestro producto y eso conlleva a tener menos gasto y más beneficio.
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